Porque las segundas
partes no siempre fueron malas
Ya se necesitaba el segundo desayuno de El Polvorín, aunque estregándonos
los ojos al madrugar un domingo y que el tiempo no pintaba muy bien de buena mañana, todos los temores se
disiparon al pisar el parque del Polvorín de Taco. Esta vez con mucha más
acogida, nos llenamos el estomago en buena compañía, pasando así la mañana soporífera
del domingo. Una vez más Dinamo
patrocino el evento llevando gran variedad de dulces para compartir en la gran
familia que componen estos desayunos. Hubo
tiempo para el deporte, para conversar,
y para deleitarnos con los suculentos platos que encontramos. En definitiva nos quedamos con ganas ya del
siguiente sin terminar el segundo.
Desde Dinamo agradecemos a todos aquellos que hacen posibles
estos desayunos culturales, alentándoles a seguir adelante y recomendamos a
nuestros lectores y seguidores darse un paseo por el parque del polvorín de
Taco en el siguiente desayuno.
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